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Los cuidados diarios en las niñas y niños pequeños.

Foto del escritor: PEEMPEEM

Escrito por: María Carmen Braganza

Fundadora EMMI Proyecto Pikler


Siempre hablamos y decimos que los bebés, las niñas y niños pequeños son seres sociales que necesitan de intercambios activos con otras personas para desarrollarse de manera adecuada
Cuidados diarios

Ocurre algo muy peculiar con los cuidados diarios de las niñas y niños pequeños en los centros de desarrollo infantil, cuando hablo de cuidados me refiero al cambio de ropa, cambio de pañal, limpieza de manos y cara, puesta de protector solar, la alimentación y el descanso; generalmente estos son momentos rápidos, con movimientos bruscos, de poca importancia que en la mayoría de los casos lo realiza la auxiliar y no la profe, en cualquier ambiente, donde la consigna es que sea rápido para “no perder el tiempo” y donde las niñas y niños son simples espectadores de lo que sucede con ellos mismos ya sea  algunas veces colaborando con el apuro de la profe y otras veces protestando y luchando verbal y corporalmente.


Siempre hablamos y decimos que los bebés, las niñas y niños pequeños son seres sociales que necesitan de intercambios activos con otras personas para desarrollarse de manera adecuada.

Entonces yo me pregunto: ¿Por qué no aprovechar estos momentos de cuidado en donde los niños y niñas dependen de nosotros los adultos para forjar una relación de respeto, para mostrarles que ellas y ellos importan y que son tomados en cuenta como personas y que además nosotros como adultos sabemos que son personas competentes?

Pasa algo muy parecido también en la comida, cuando se les da a las niñas y niños su refrigerio o almuerzo, generalmente estos suelen ser momentos de caos, bulla, gritos y estrés tanto para los pequeños como para los adultos, en esta situación poco o nada importa si los niños y niñas tienen hambre, si les gusta o no lo que hay de comida, sus preferencias y gustos, lo que importa es que coman sin importar cómo.


Si nosotros como adultos acompañantes de los procesos de desarrollo y aprendizaje de niñas y niños pequeños tuviéramos más conciencia de la gran importancia de estos momentos y los aprovecharemos para que sean momentos armónicos, delicados, permitiendo que se transformen en experiencias de las rutinas diarias extremadamente ricas en aprendizajes tanto individuales como grupales, lograríamos que sean ellas y ellos los actores principales de los cuidados que quieran participar y aprender, convirtiéndolos así en momentos de disfrute tanto para las niñas y niños como para las docentes.


Es necesario tener consciencia de que, a través de los contactos corporales, de una mirada, de una palabra empática, les daremos la oportunidad de ser seres activos y de generar sentimientos de competencia, seguridad y confianza en ellas y ellos mismos.

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